Es bien conocido que las preguntas de los referèndums abren un abanico de posibilidades considerable de orientar al votante en función del resultado que se desee. Pero es pronto para hablar de la pregunta / as a hacer y por ahora no tenemos ninguna pista, más allá, tal vez, de un posible cuestionario muy reducido: opción a), opción b), según parecen indicar los organizadores de la consulta: ya entraremos cuando tengamos más datos.
El problema se plantea precisamente en la inexistencia de la no-opción, según se desprende de los comentarios de la prensa y de la página "i.de.a. Diagonal" que he enlazado en otras entradas. La Diagonal entre Francesc Macià y Glòries se ha de remodelar integralmente, sí o sí, para que el Trambaix y el Trambesòs se encuentren, sí o sí, y para hacerlo tienen que circular, sí o sí, por el exterior y no pueden discurrir por el subsuelo... O no, puestos a preguntar ...
Asistí a la segunda de las sesiones informativas que se han desarrollado los sábados de 10 a 14 en la Casa Asia de Barcelona. Valga decir que programar sesiones informativas de cuatro horas los sábados por la mañana, no sé hasta qué punto es un buen inicio para fomentar la participación ciudadana, aunque, una vez allí, todos los ponentes merecían la pena ser escuchados: no voy arrepentirme y he recomendado la asistencia a quien me lo ha preguntado. Pero no hay que hacer caballo de batalla de este tema, porque "i.de.a. Diagonal" tiene previsto (y lo espero, para refrescar conceptos) colgar las sesiones (espero igualmente que con las preguntas de los asistentes); por ahora la página informa que se está recopilando el material. Y como el fundamento de este blog es la utilización de las TIC en procesos de elección social, ya me está bien.
Bueno, a lo que iba. En esa sesión, una señora, vecina de la Diagonal (ahora dudo si la primera en hablar), manifestaba su preferencia para que en lugar de invertir nadie sabe cuánto dinero en una nueva obra faraónica (si no recuerdo mal la expresión no fue suya pero salió en otra intervención) el proyecto podría centrarse en una adecuación de la actual Diagonal, como la conocemos, más transitable, y dedicar el resto del presupuesto a otras necesidades de la ciudad. Hubo otras opiniones coincidentes entre los asistentes.
Pero parece que esto no entra en las previsiones de los planificadores del proceso de la consulta y creo que debería evaluarse la posibilidad; permitir, en definitiva, que con el dinero que probablemente costará la redacción de sólo los proyectos se mejore la avenida y con el resto de lo que se prevea gastar, atender otras necesidades.
Yo no diré si estoy a favor o en contra de una u otra opción de gasto o si prefiero que los adoquines tengan incrustaciones de obras artísticas reconocidas. Lo que sí pienso, es que merecería la pena, puestos a saber qué piensan los ciudadanos, ampliar las posibilidades de eleccón. Hala!, pensará alguien ... una consulta para decidir qué se hace, otra para decidir cómo se hace ... Ah!, esa es la gracia de las TIC, como iremos viendo.
Vaya por delante que cualquier consulta me parece mejor que su ausencia y aplaudo la iniciativa en general y la utilización de las TIC en particular, pero puestos a hacer permitidme que os vaya explicando mis reflexiones.