De vacaciones durante las europeas

Leo en 20 Minutos, El Punt y la agencia EFE, el pasado día 14, que el proceso participativo de la Diagonal se ha detenido hasta después de las elecciones europeas del 7 de junio para no mezclar peras con manzanas. Parece ser que participando en la decisión sobre la reforma de la Diagonal podría celebrarse campaña europea, al menos según la ley electoral.

De acuerdo que estamos ante un proceso pionero (el de la Diagonal, no el europeo) y el sentido común recomienda ir con cuidado y que no se le pueda dar la espalda antes de empezar, pero el subconsciente me hace exclamar: mal!

Mal, porque la siguiente fase del proceso de la Diagonal, una vez finalizada la de información general, es recoger la opinión de los ciudadanos. Según la ley electoral, en período de campaña, ¿sólo pueden hablar los candidatos?

Mal, porque se pierde una oportunidad para informar, con la práctica, que la posibilidad de opinar personalmente sobre una cuestión, nada tiene que ver con una campaña electoral.

Mal, porque las precauciones podrían consistir en repartir los anunciados boletines de participación, que a estas alturas, con la falta de concreción respecto a la reforma de la Diagonal, podrían estar básicamente en blanco para que los ciudadanos puedan escribir, de manera que poco mensaje político debería contener.

Mal, porque la coincidencia de una campaña electoral con un proceso dinámico de participación podría ayudar al ciudadano a apreciar las diferencias entre uno y otro sistema de elección social y le ayudaría a definir en qué se encuentra más cómodo.

Mal, porque si veo lo que hasta ahora hay en la web “i.de.a. Diagonal , ¿cuántos mensajes electoralistas hay?

Y mal, porque si los ciudadanos podemos hablar libremente en campaña electoral los peligros debe estar en los mensajes "institucionales" del proceso participativo ... ¿y esto quiere decir que las instituciones no pueden controlar el contenido de sus mensajes?

Bien, mientras, esperaremos al 8 de junio.