Antes de hablar más concretamente del proceso "i.de.a. Diagonal" que en el enlace veréis resumidamente en qué consiste, hay como mínimo dos cuestiones ajenas a la utilización de las nuevas tecnologías y que igualmente se plantearían en un referéndum tradicional con urna y papeleta. A las dos dedico esta entrada y la siguiente.
Vamos por ahora a pensar sobre quién podrá votar. El planteamiento adoptado es que podrán votar todos los barceloneses mayores de 16 años empadronados. Estoy hablando de memoria en estos momentos en el primero de los dos casos que mencionaré, pero si no recuerdo mal, representantes de Convergència i Unió sugerían un período mínimo de empadronamiento que situaban en un año, mientras una voz relevante del Partido Popular de Cataluña ha reflexionado sobre el voto inmigrante. No voy a entrar en ninguna de estas dos cuestiones. Las dejo por si alguien se anima ...
Hay una consideración diferente, para mí más importante: los propietarios pueden votar, aunque no sean usuarios, mientras los usuarios, si no son propietarios, quedan excluidos.
Por propietarios (expresión que no me gusta y por la que recogeré de buen grado cualquier mejor propuesta) entiendo los empadronados, más que nada para distinguirlos (de ahí que no me guste la propuesta) de otra colectivo: los usuarios de la Diagonal. Estaremos de acuerdo en que yo puedo estar empadronado en Barcelona y pisar la Diagonal una vez al mes, o al año, o al quinquenio ... mientras hay personas no empadronadas que utilizan la Diagonal cada día laborable, sea porque hay que pasar por ella para ir a trabajar o, más significativos aún, que trabajan en ella o su entorno. E igual alguien tiene familia y cada domingo se desplaza para hacer "el arroz" con ella.
No veo clara pues la opción elegida, seguramente porque la analizo desde un punto de vista economicista. Teniendo en cuenta estos consumidores, usuarios, que no pueden opinar sobre cómo será (bien, ya veremos si esto es realmente posible) el lugar que frecuentan. Y en el caso de aquellos que trabajan tampoco sería tan difícil delimitar el censo electoral: si los electores norteamericanos deben inscribirse para votar, el contrato de trabajo o el alta del IAE o el contrato de alquiler del local donde se tiene establecido el negocio podrían dar derecho a "censar a" para esta ocasión. Al fin y al cabo, desde el 16 de marzo que se ha iniciado el proceso "i.de.a. Diagonal" hasta abril del próximo año hay tiempo para gestionar este censo.
Más difícil sería para la familia que va a hacer el arroz con los abuelos, pero la perfección no existe.
Yo creo que el usuario que se pueda acreditar, al menos, debería poder opinar sobre lo que usa.
domingo, 24 de mayo de 2009
¿Quién puede votar ... propietarios o usuarios?
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