El pasado día 8 se inició la segunda fase del proceso de consulta para la reforma de la Diagonal: la recepción de aportaciones ciudadanas. Finalizada la primera etapa, las sesiones formativas, ya comentadas en una entrada anterior, y tras el paréntesis de las elecciones europeas, también recogido en este blog, se está poniendo a disposición de los ciudadanos un millón de impresos con una pequeña encuesta que permite exponer la opinión sobre el tema.
Es importante, por lo que decíamos en referencia al voto electrónico, la diversidad de canales que en cambio se utilizan en esta fase. Los impresos toman forma de tríptico, en el que figuran nueve preguntas que analizaremos detenidamente en entradas futuras, y que son repartidos a todos los hogares de Barcelona, además de estar disponibles en las oficinas de atención al ciudadano, en los equipamientos municipales cercanos a la Diagonal, en los transportes públicos que circulan o cruzan la Diagonal y en la propia avenida de la mano de informadores que se han desplegado en ella. Así pues, el ciudadano individual que no puede asistir a sesiones presenciales que se llevarán a cabo mediante las reuniones de diversos órganos de participación ya existentes (consejos sectoriales, consejos de barrio, mesas con asociaciones de vecinos ...) se garantiza que tenga la posibilidad de manifestar su opinión a través de este tríptico.
En línea con la universalización de los canales de participación en esta fase de recogida de propuestas, también se ha abierto la posibilidad de contestar al cuestionario telefónicamente.
Si el mecanismo de voto del referéndum en que se materializará finalmente la consulta se ha circunscrito al voto electrónico, remoto o presencial, la recogida de ideas previas a la formalización de los proyectos a elegir no se efectúa por medios exclusivamente electrónicos.
En este punto, pendientes de probar el canal telefónico, se pone de manifiesto una ventaja del uso del sitio web en relación al papel impreso. El tríptico, desplegado, tiene un tamaño de DIN A4, donde una de sus caras se destina a recoger la opinión del participante y la otra es la que conforma la portada, contraportada y resumen del proceso. Fruto de esta condensación, las dos preguntas que se presentan en formato abierto, sin lista de opciones que marcar, sólo permiten escribir en cuatro líneas de nueve centímetros cada una. Mientras, las mismas dos preguntas, contestadas a través de la web, permiten respuestas como mínimo de la misma extensión que esta entrada. El nivel de descripción posible de las respuestas abiertas, por tanto, es muy superior en la participación electrónica que en la de papel.
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