En el debate que se organiza con motivo de la reforma de la Diagonal no es difícil encontrar voces que por unos u otros motivos justifican dejar la decisión en manos de los expertos, ya sea porque el tema resulta demasiado complejo incluso para los expertos y sólo ellos pueden consensuar el camino a seguir, ya sea porque los ciudadanos de la calle no sabemos de estas cosas, ni que nos las expliquen, según defienden algunos.
No volveré a decir que todo se trata de la información que se suministre sobre las diversas opciones, ya lo he hecho recientemente, aunque 10.000 opiniones son más representativas que 50, diría yo. Pero sí quiero dejar abiertas dos reflexiones que me han surgido hoy.
La primera, nada tiene que ver con la reforma propuesta, pero si con los expertos. Una norma jurídica como es el Estatuto de Autonomía de Catalunya elaborada por los representantes electos de los ciudadanos en Catalunya, ratificada por quien quiso votar y sentenciada por más representantes electos, esta vez a nivel estatal, depende en buena parte de diez magistrados que a este paso dictaminarán una sentencia con el voto de calidad de su presidenta ... Buf ... ¿Resulta que diez expertos constitucionalistas no se ponen de acuerdo en su decisión ... Entonces, es inexorable la decisión de expertos? Como también decía días atrás, si dentro de este colectivo de expertos en cualquier materia encontramos siempre opiniones de todos colores (como debe ser, creo), ¿su decisión será más sabia que la del resto de ciudadanos?
La segunda reflexión tiene ya más que ver con la reforma de la Diagonal y el mundo del urbanismo. Vengo de presenciar el estreno de un documental llamado La Diagonal (que recomiendo a quien pueda verlo). Resulta que el Plan Cerdà, del que muchos barceloneses estamos orgullosos, también tuvo sus detractores entre el llamado mundo de los "técnicos". Y ahora contesto la pregunta que días atrás formulaba un articulista (del que ahora lamento no recordar el nombre), defendiendo la no celebración de la consulta: ¿qué hubiera sido del Plan Cerdà si se hubiera sometido a votación popular? Pues no lo sé, como tampoco lo sé si los expertos contrarios al Plan hubieran tenido más peso en la toma de la decisión.
Y decisión por decisión, me quedo con la de los ciudadanos, que al fin y al cabo son los que pagaremos la remodelación y quienes utilizaremos, en mayor o menor medida, la Diagonal. Que los técnicos defiendan sus posturas y cada uno de nosotros nuestra preferencia.